martes, 24 de junio de 2014

El Propósito de Vida


Photo Credit: Dustin Diaz via Compfight cc


El Propósito de Vida 


El consejo más fiable que podemos recibir es el que procede de nuestras intuiciones y de nuestras sensaciones viscerales. Muchas veces me preguntan cómo podemos saber si un sentimiento es realmente "intuitivo". La gente me cuenta incidentes en los que escucharon a su voz interior y luego comprobaron que se habían equivocado.  Existen grandes diferencias
entre la verdadera orientación interior y la voz de nuestro ego. En primer lugar las instrucciones que provienen de nuestro guía interior son amorosas y positivas, mientras que el consejo del ego se basa en el miedo,  en el desafío y en el sentimiento de escasez. El guía interior nos indica de vez en cuando que pasemos a la acción de repente, pero jamás utiliza para ello la táctica del miedo, ni las palabras despectivas.  En segundo lugar la voz del guía interior suele dejarnos una sensación de certeza, de que sabes que debes seguir tu intuición.

Si no haces caso a esta voz interior, seguirá repitiendo el consejo pacientemente hasta que estés preparado para oírlo. La orientación del ego, por el contrario te anima a tomar decisiones impulsivas en su búsqueda de subidones temporales de adrenalina. El ego está constantemente cambiando de opinión y si lo sigues hará que tu vida sea totalmente caótica y esté llena de crisis. A algunas personas les gusta este tipo de vida, esta montaña rusa vital, sobre todo porque si siempre tienes algún fuego que apagar, no tienes que pensar en cumplir tu propio propósito en la vida.

Las circunstancias que sostienen la creación del propósito vital me fueron explicadas más tarde en mi meditaciones:

Antes de que nacieras un comité espiritual de guías y tú creasteis un plan de vida especialmente diseñado para responder a tus necesidades materiales, espirituales y kármicas.  Este plan divino tiene tres elementos: un propósito, unas lecciones de crecimiento personal y unas relaciones con otras personas que sirvan para apoyar el plan general. 

Tu propósito es una tarea que debes cumplir mediante tu profesión, tu trabajo como voluntario o con un  proyecto especial que utilice tus talentos o intereses naturales para beneficiar a la humanidad. El segundo elemento de tu plan entraña unos acontecimientos vitales bien programados que te enseñarán cosas sobre el amor y te ayudarán a deshacerte de aquellas características de tu personalidad que te resulten perjudiciales.   El tercer elemento incluye unos conciertos que hiciste antes de nacer con determinadas personas que servirán como catalizadores de tu propósito y tu crecimiento personal.  Estas personas pueden actuar como miembros de tu familia, colegas de trabajo, amigos o conocidos.  En vuestras interacciones también ellos reciben ayuda para cumplir sus propios planes. 
Predestinaste tu plan como esbozo de lo que sería tu vida, y en él incluiste tu propósito, una serie de lecciones de vida significativas y unas relaciones con unas personas concretas.  Como este plan no es mas que un esbozo, debes ir eligiendo sus detalles a medida que avanza tu vida. Eres libre de ignorarlo por completo, pero las consecuencias emocionales y sociales pueden resultar devastadoras. 

Muchos de nosotros no cumplimos el propósito que teníamos en nuestras encarnaciones anteriores. En la revisión que hacemos de nuestra vida después de morir, nos avergüenza comprobar que los miedos y los deseos materiales frustraron nuestro plan. Por eso ante de nacer a esta vida nos juramos a nosotros mismos que no olvidariamos nuestro proposito. El problema es que diseñamos el plan divino en un estado "verdadero" de conciencia plena y apacible. Cuando, a lo largo de nuestra ida humana, experimentamos miedos basados en el ego, no somos capaces de recordar por qué vinimos. Y si lo recordamos, el miedo nos impide la puesta en práctica de nuestro plan.

Las personas que dejan pra otro día sus planes o los olvidan,  como yo había hecho, sienten una ansiedad profunda y sorda. De forma inconsciente saben que les espera otra dolorosa revisión de su vida si vuelven a dejarse plantados a sí mismos.  Se sienten deprimidos como si estuvieran  olvidando hacer algo importante, que es justamente lo que están haciendo. Muchos trabajadores d ela luz tienen una idea vaga o una sensación viscertal de la ida que deberían vivir. Sin embargo se sienten inmerecedores o no cualificados para seguir sus impulsos intuitivos.  Muchas veces intentan sofocar la voz de su intuición apagando con la comida, el alcohol o las condudctas delictivas sus sentimientos viscerales.  Sin embargo, no hay en el emundo sustancias suficientes como para amortiguar los impulstos interiores que los llevan a dar pasos hacia la consecución de su planl. Lo único que pueden hacer los trabajadores de la luz es dejar de dar espacio a las comunicaciones del ego y permitir que su yo verdadero y sanado brille. ¡El planeta depende de nosotros!


Extraído de "El Camino de los Trabajadores de la Luz" de Doreen Virtue.

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